ToxiPlex - Análisis de micotoxinas de una muestra de suero en sangre.

Las micotoxinas son un gran grupo de compuestos con una variedad de estructuras químicas y características toxicológicas.

Los hongos y sus metabolitos contaminan las materias primas que habitualmente se utilizan en la elaboración de alimentos para humanos y animales. Los principales cultivos afectados son los cereales (arroz, trigo, centeno, cebada, maíz, soja), frutos secos, café y especias. La contaminación puede ocurrir de manera natural durante el crecimiento del cultivo o puede ser resultado de un inadecuado proceso de transporte o almacenaje.

Las medidas de control de la contaminación por hongos, algunas estrategias de prevención y la mejora en las tecnologías de elaboración pueden ayudar a limitar la contaminación por micotoxinas. No obstante, a pesar de estos esfuerzos, hasta el 60%-80% de los cultivos alimentarios todavía están contaminados por micotoxinas.

La exposición a micotoxinas no tiene por qué estar siempre relacionada con el consumo de alimentos. Existen estudios que exploraron la aparición de micotoxinas en entornos laborales o domésticos y los resultados mostraron que la exposición a micotoxinas puede también estar relacionada con estos lugares. Las micotoxinas pueden causar efectos agudos y crónicos en la salud de los humanos y del ganado a través de la ingesta, la inhalación, el contacto con la piel y al introducirse en el sistema linfático y en el torrente sanguíneo. Mientras que los efectos agudos se manifiestan dentro de las 72 horas posteriores a la exposición, los efectos crónicos tardan más de 72 horas e incluso pueden aparecer tras varios meses, años o incluso décadas. Dañan el sistema de macrófagos, afectan a la síntesis de proteínas, intensifican la respuesta a las endotoxinas bacterianas e inhiben la eliminación de partículas de los pulmones. Los síntomas de micotoxicosis varían según la edad, el sexo y la salud de las víctimas, según el tipo micotoxina, su concentración y la duración de la exposición. El impacto de las micotoxinas en la salud humana depende del tipo de toxina, su metabolismo, la farmacocinética y la acumulación de micotoxinas, las condiciones de exposición y la edad, sexo, sistema inmune y estado de salud del individuo expuesto.

Con este objetivo se ha desarrollado ToxiPlex como un ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA) para la determinación simultánea de 5 tipos de micotoxinas a partir de una muestra de suero en sangre:

  • Aflatoxin B1: Producidas por varias especies de Aspergillus, especialmente el Aspergillus parasiticus y el Aspergillus flavus pero también por especies de Penicillium. Los Aflatoxin se encuentran principalmente en los cereales (trigo, sorgo, arroz, mijo, maíz, etc.), frutos secos (almendras, pistachos, cocos, nueces, etc.), semillas oleaginosas (cacahuetes, girasoles, semillas de algodón, soja y sésamo), especias (ajo, pimienta negra, cilantro, cúrcuma, jengibre y chiles), también en diferentes ambientes como en el aire de apartamentos y sótanos y en filtros de aire de sistemas de aire acondicionado en los vehículos destinados al transporte de pasajeros. La mayoría de aflotoxinas son genotóxicas, hepatotóxicas, mutagénicas, etc. y pueden comprometer el crecimiento en niños. AFB1 es la más tóxica de todas y además es una toxina muy carcinogénica que se ha relacionado directamente con muchos problemas de salud, incluido el cáncer de hígado, en diversos animales. El conocimiento del efecto de las micotoxinas en la inducción de mutaciones y en el daño al ADN y al metabolismo en personas con exposición dietética a las aflatoxinas contribuye a la evaluación general de sus efectos adversos en la salud humana y animal.

  • Deoxynivalenol: Las produce el Fusarium graminearum y el Culmorum Fusarium. El deoxinivalenol se encuentra principalmente en cereales (como el trigo y en las legumbres), especias, etc. Se ha demostrado que esta toxina causa toxicidades agudas en humanos, siendo el síntoma principal una toxicidad gastrointestinal grave, además de un aumento de la actividad serotoninérgica central y un efecto inmunosupresor.

  • Fumonisin (B1&B2): Son micotoxinas producidas por la especie Fusarium. Se encuentran principalmente en cereales (como el maíz, el trigo y las legumbres), especias, etc. Hay estudios que relacionan el cáncer de esófago en ratas con la contaminación del maíz tanto por fumonisina como por F. verticillioides. La exposición a las fumonisinas puede provocar defectos del tubo neural, muy probablemente a través de la interrupción de la biosíntesis de los esfingolípidos y el posterior agotamiento de los esfingolípidos, que son importantes para las funciones de las balsas lipídicas, en particular el procesamiento de folato a través de transportadores de folato con alta afinidad.

  • Ochratoxin A: es una micotoxina tóxica producida por Aspergillus niger, Aspergillus ochraceus, Penicillium verrucosum y Aspergillus carbonarius. Se encuentra principalmente en los cereales (especialmente el trigo y la cebada) y sus derivados, los frutos secos de la vid, las especias, el regaliz, los granos de café, el vino, el zumo de uva, las raíces, la carne (sobre todo la de cerdo en animales que se alimentaron de cereales infectados), etc. Esta toxina se ha encontrado en diferentes ambientes como en el aire de los apartamentos y sótanos y en los filtros de los sistemas de aire acondicionado de viviendas y de vehículos destinados al transporte de pasajeros. La ocratoxina es una nefrotoxina y un carcinógeno y se ha relacionado directamente con tumores en el tracto urinario humano, aunque la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer todavía la considera solo un posible carcinógeno para los humanos.

  • Zearalenone: Es un metabolito estrogénico no esteroideo producido por algunas especies de Fusarium y Gibberella como el Fusarium graminearum. Se encuentra principalmente en los cereales (especialmente el maíz, el arroz, el mijo, el sorgo, el centeno, la avena, la cebada, el trigo, etc.), especias, etc. La zearalenona puede causar un aumento en la incidencia de tumores hipofisarios y de células hepáticas en ratones, acorde con el proceso hormonal de las acciones cancerígenas. Niveles séricos elevados de zearalenona y de ZEA se asocian a una pubertad temprana. La capacidad de ZEA para inducir papiloma hiperqueratósico en el epitelio escamoso esofágico de la boca del estómago de la rata sugiere su implicación en el desarrollo de tumores en el tracto gastrointestinal. Se ha demostrado que la ZEA es genotóxica y también que tiene la capacidad de causar adenomas hepatocelulares en ratones.

Referencias:

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